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Si estás pensando en viajar en verano a Zaragoza, te lo decimos claro: sí, vale la pena. Eso sí, con matices. La capital aragonesa es una ciudad llena de historia, arte, buena gastronomía y planes culturales, pero también es cierto que en los meses estivales el calor puede ser intenso. Por eso, lo más importante es saber cómo organizar tu visita para disfrutarla al máximo.
En este post te contamos qué ver, qué hacer y cómo sacarle partido a Zaragoza en verano. Además, si estás buscando alojamiento céntrico, moderno y cómodo, en el Hostal Plaza Boutique estarás a un paso de todo lo que te vamos a contar. ¡Vamos allá!
Los veranos en Zaragoza son secos y calurosos, con temperaturas que a menudo superan los 35 °C durante el día. Por eso, entre las 15:00 y las 19:00 horas, la ciudad se toma un respiro: las calles se vacían y la actividad se traslada a espacios interiores. Pero no te preocupes: las primeras horas del día y las tardes-noches son perfectas para explorar la ciudad a buen ritmo.
Además, algunas tardes pueden sorprender con tormentas veraniegas (¡y hasta granizo!), que refrescan el ambiente y dejan una luz preciosa para las fotos.
Zaragoza tiene más de 2.000 años de historia, y eso se nota en cada rincón. Estas son algunas visitas imprescindibles que puedes disfrutar incluso con calor, si eliges bien los horarios:
Basílica del Pilar: visítala a primera hora de la mañana o al atardecer. No te pierdas la subida al mirador de la Torre San Francisco de Borja para disfrutar de una panorámica única de la ciudad.
Catedral de La Seo: justo al lado del Pilar, es otra joya del arte aragonés, con influencias góticas, barrocas y, sobre todo, mudéjares.
Palacio de la Aljafería: este palacio musulmán es ideal para las primeras horas del día. Sus patios sombreados y salas interiores son frescos y encantadores.
Murallas romanas y Teatro de Caesaraugusta: perfectos para un paseo breve en las primeras horas de la tarde.
Una de las mejores formas de viajar en verano a Zaragoza y disfrutarlo es hacer como los locales: salir cuando cae el sol. En cuanto el calor afloja, los parques, plazas y terrazas se llenan de vida.
“A la fresca”: así se llama el ciclo de actividades culturales al aire libre que llena las plazas y barrios con teatro, música, danza y espectáculos gratuitos al atardecer.
Cine en el Parque Grande: en la Terraza de las Ocas, cada semana hay proyecciones nocturnas al aire libre. Plan perfecto para cerrar el día.
Paseos por la ribera del Ebro: especialmente bonitos desde el Puente de Piedra o la zona Expo. La brisa del río se agradece al anochecer.
Bus turístico nocturno: los sábados por la noche puedes recorrer los principales monumentos iluminados. Es una forma relajada y muy visual de conocer la ciudad.
Zaragoza es sinónimo de buen comer, y el verano es ideal para disfrutarlo en sus múltiples terrazas. Por supuesto, el clásico entre los clásicos es El Tubo, donde puedes hacer una ruta de tapas entre callejuelas llenas de ambiente.
También merece la pena acercarse a zonas como Plaza Santa Marta, Heroísmo o la ribera del Ebro, donde encontrarás bares y restaurantes con encanto, sombra y muy buen producto local: desde migas hasta croquetas de borraja, pasando por el ternasco asado y vinos con Denominación de Origen aragonesa.
Si viajas en familia o buscas alternativas más tranquilas durante las horas centrales del día, Zaragoza tiene mucho que ofrecer bajo techo (¡y con aire acondicionado!):
Museo Goya – Colección Ibercaja: imprescindible para los amantes del arte.
IAACC Pablo Serrano: arte contemporáneo en un edificio espectacular.
Museo del Foro y Teatro Romano: frescos y muy didácticos.
Centros comerciales como Puerto Venecia o Grancasa: perfectos para escapar del calor un par de horas.
La clave para disfrutar bien de la ciudad es estar cerca de todo y poder volver a descansar cuando lo necesites. En ese sentido, nuestro hostal en el centro de Zaragoza, frente a la Plaza del Pilar, es la elección ideal. En el Hostal Plaza Boutique ofrecemos habitaciones modernas, frescas y muy bien ubicadas para moverte cómodamente a cualquier punto de la ciudad.
El acceso mediante códigos facilita entradas y salidas sin contacto y sin prisas, lo que en verano se agradece especialmente.
- Empieza el día temprano y planea actividades en interiores entre las 12:00 y las 17:00.
- No te separes de una botella de agua, gafas de sol y protección solar.
- Cena al aire libre, cuando baja el calor, y disfruta del ambiente de Zaragoza “a la fresca”.
- Apuesta por ropa ligera y calzado cómodo. El casco histórico se recorre caminando.
La respuesta es sí, si sabes cómo hacerlo. Zaragoza en verano es una ciudad viva, cultural, acogedora y con mucho por descubrir. Solo necesitas adaptar tu ritmo y dejarte sorprender por su patrimonio, su gente y sus noches mágicas.
Y si estás buscando alojamiento cómodo y con encanto, te esperamos en el Hostal Plaza Boutique, a un paso del Pilar, con todo el frescor del Ebro a la vuelta de la esquina.
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